93 por ciento de las mujeres en movilidad humana en Ecuador sufrieron violencia de género durante su desplazamiento

...

93 por ciento de las mujeres en movilidad humana en Ecuador sufrieron violencia de género durante su desplazamiento

UNHCR, 14 Mar 2023

América Latina es una de las regiones del mundo más inseguras para las mujeres y con altos niveles de violencia de género, situación que empeora en contexto de desplazamiento forzado. Según un estudio referencial de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, y HIAS, las mujeres refugiadas son gravemente afectadas por la violencia sexual, inclusive por encima de la media de Ecuador.
El acoso, las violaciones, intimidaciones, uso de la fuerza y la coerción son constantes durante su trayecto o en los primeros meses después de su llegada al país de destino, particularmente cuando no cuentan con un lugar seguro o una red de apoyo. El 51 por ciento de las mujeres entrevistadas para el estudio mencionaron haberse sentido inseguras durante el recorrido, mientras que un alarmante 42 por ciento afirmó haber sufrido violencia sexual durante el trayecto, incluyendo acoso o insinuaciones sexuales no deseadas.

“La violencia de género es un flagelo lamentable y desafortunadamente arraigado que no debería tener lugar en ningún contexto ni bajo ninguna circunstancia”, dijo Giovanni Bassu, representante de ACNUR en Ecuador. “Aunque afecta a todas las mujeres y niñas en general, el impacto es aún mayor en un contexto de desplazamiento forzado en el que abundan la discriminación, hipersexualización de los cuerpos de las mujeres refugiadas y otros factores que aumentan aún más los riesgos para ellas.”

Ecuador es hogar de más de medio millón de personas en movilidad humana, alrededor de la mitad son mujeres y niñas, según cifras de ACNUR y estimaciones del Grupo de Trabajo para Refugiados y Migrantes (GTRM). En las comunidades de acogida, las mujeres refugiadas comparten con mujeres locales situaciones de pobreza, barreras en el acceso al trabajo, a vivienda, y a servicios de salud física y mental, entre otros. La condición de permanencia irregular en muchos casos pone obstáculos adicionales para acceder a medios de vida y a acceder a información y servicios de protección. Estas dificultades son aún mayores para mujeres con una orientación sexual o identidad de género diversa.

“Falta mucho más por hacer para que no persista la resignación ante la violencia de género,” dijo Maricela Parra, directora nacional de HIAS en Ecuador. “Las organizaciones y entidades de base debemos seguir trabajando para prevenir y mitigar el impacto de la violencia de género mientras aumenta la confianza de las sobrevivientes en la respuesta y servicios disponibles.”

ACNUR y HIAS, en colaboración con entidades del Estado y socios, llevan a cabo programas de prevención, mitigación de riesgos y respuesta a la violencia de género que permita visibilizar y atender las necesidades de las mujeres, independientemente de su nacionalidad, en todo país. Esto incluye escuchar las propuestas y mecanismos de protección identificados por las mujeres mismas. Según el informe, las mujeres encuestadas identificaron generar mecanismos de alerta temprana, sensibilizar a los hombres, integración cultural, difusión de información de respuesta y campañas de sensibilización, entre otras propuestas.

Esta información deriva del informe ‘Nuestro derecho a la seguridad: Capítulo Ecuador’, parte del informe regional con el mismo nombre, que en el país andino se llevó a cabo a través de entrevistas aleatorias y en profundidad con 115 mujeres mayores de 18 años en tránsito y con vocación de permanencia, incluyendo aquellas que han sido sobrevivientes de violencia de género. Además, el informe involucró conversaciones con hombres para obtener sus perspectivas sobre los roles de género y la violencia; y entrevistas a informantes clave.